
Poco a poco fuimos llegando y, entre abrazos y saludos, fuimos encontrándonos con otr@s compañer@s de camino.


Tras la oración, pudimos disfrutar con un espacio "para la puesta a punto". Pudimos visualizar un vídeo que nos ponía en sintonía para revisar y revisarnos en nuestro compromiso, a través de una pequeña reflexión que también pudimos socializar.
Por grupos, fuimos realizando nuestro “Elevator spitch", es decir, cómo presentaríamos el M.S.J. para que otr@s quieran unirse y apostar por este estilo. Una vez acabado, otro grupo tenía que puntuar y decidir si apoyaba o no nuestro proyecto.


Al terminar la comida y tras un espacio para poder descansar, nos centramos en el primer bloque de la tarde en el que trabajamos "las llaves" que nos abren a la realidad: los sentidos.

Después de terminar esta parte, reflexionamos con nuestros llaveros cotidianos. Con él en nuestras manos, fuimos pensando qué significan las diferentes llaves que tenemos; cómo las usamos en nuestra vida cotidiana; qué llaves no están o cuáles me gustaría introducir...

Al volver del descanso, nos acercamos al modo de Jesús como seguidor@s: su mirada que ve más allá de las apariencias y se centra en la persona; el oído abierto al querer de Dios y al grito de l@s más empobrecid@s; el gusto por anunciar el Reino; su tacto al entrar en relación y su preferencia por l@s desvalid@s; el olfato embriagador de la entrega hasta el extremo como el frasco de perfume de lirio de la mujer.
Antes de la eucaristía, pudimos tener un espacio para prepararla y ensayar los cantos.

Tras las votaciones... hubo ganador (podéis ver el vídeo en las redes)
Se dio entrega del fantástico premio... unas galletas para endulzarse la vida.
El domingo por la mañana nos volvimos a encontrar en la oración. Fue un tiempo para brindar por la vida, reconociéndonos como notas únicas y necesarias para poder formar la sinfonía que Dios sueña.
Necesitamos ir acompasando nuestros ritmos, descubrir qué podemos aportar y qué sonido quiere Él que seamos.

Con las maletas recargadas y con ganas de seguir impulsando el M.S.J. en cada una de las ciudades en las que está presente, fuimos despidiéndonos con un "hasta luego", segur@s de volvernos a encontrar.
Muchas gracias a tod@s l@s que habéis hecho posible un fin de semana #msjmagico